La Ayuda que no Llegaba – Lo que se programa se puede desprogramar

Sofía de 50 años acude a la sesión con el problema de pararse siempre cuando hay una dificultad en la vida. Es como si tuviera una montaña delante de ella. Es algo que se vuelve a presentar una y otra vez. Cuando llega un momento así se siente impotente y le gustaría huir y hacer algo placentero. Así deja muchas cosas de lado y procrastina. Y sufre por no acabar tareas en todos los ámbitos de su vida. Su creencia es: “yo sola no puedo, es demasiado para mí”.

Cuando vamos a los momentos cuando se instalaron esa creencia y ese comportamiento resulta que cuando era pequeña Sofía solía hacer los deberes ella sola desde que empezó el colegio. Su madre decía a la vecina: “Sofía lo hace todo ella sola”.  Y la niña lo escuchaba. Lo que la madre no sabía es que la niña en el fondo sí que hubiese necesitado ayuda o que le preguntara y estuviera por ella. Así que la niña crece así, sin ayuda, con miedo e impotencia. Y de hecho nunca le enseñaron a pedir ayuda.  

Muchas veces hay otro programante (situación en la que instaló el problema) en la persona que va más allá de su propia vida, es decir es transgeneracional.

En otra sesión encontramos que su abuelo materno perdió una pierna en la Primera Guerra Mundial. El estuvo herido en el campo de batalla mucho tiempo y nadie vino a rescatarlo. Ese fue el programante: la ayuda no llega. Finalmente le tuvieron que amputar la pierna. Así que también ese drama estaba archivado en el inconsciente de la consultante.

Cuando la persona de hoy va a estos momentos de su pasado y expresa lo que sintó y/o lo que en aquel momento no pudo decir y hacer, el problema de disuelve y la persona puede adoptar otro comportamiento y tiene otras opciones en la vida. Hoy Sofía cuando se encuentra con algo que no entiende o no es tan fácil se queda. Simplemente lo hace o busca una solución. Ha dejado de huir y procrastinar.

Todos estos momentos programantes (vivencias dolorosas) están grabados en nosotros aunque en la mayoría de los casos no somos conscientes que lo llevamos en nosotros. Se ve en la sesión y sube a la conciencia. Así que aunque algo pasó hace muchísimo tiempo, inclusive en otra generación, lo programado se puede desprogramar.

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