En Descodificación Biológica Original hablamos mucho del territorio. El territorio pueden ser muchas cosas y depende como lo siente la persona. Para uno es el país, la ciudad, la casa donde uno vive, para otro es el trabajo o su despacho, para un hombre puede ser su mujer (¡). Es nuestro ámbito, nuestra zona donde nadie más decide, solo nosotros.
¿Qué sucede entonces si tengo un problema con mi territorio, si me amenazan, me lo quitan, siento rencor y rabia dentro de los límites de mi territorio o si no me puedo organizar en mi territorio?
Si, por ejemplo alguien amenaza nuestro “territorio”, lo vivo mal y tengo un shock o varios y no puedo expresar mis emociones podría aparecer un síntoma en los bronquios (por ej. bronquitis).
Si pierdo mi territorio central y hay que luchar para recuperar el territorio podríamos tener problemas con las arterias coronarias o el corazón (por ej. un infarto) Si se trata del territorio sexual podríamos llegar a tener síntomas con el cuello uterino o con la mucosa del pene.
Si me siento contrariado en mi territorio y me imponen algo donde yo tenía que decidir y no lo puedo aceptar, podría tener problemas con el estómago, esófago, duodeno, canales biliares o pancreáticas (por ej. gastritis).
Si alguien ha sobrepasado los límites de mi territorio sin mi autorización o si no me puedo organizar en mi territorio podría tener síntomas en la vejiga, vías urinarias o riñones (por ej. cistitis).
Solo he mencionado algunos síntomas, sin embargo, podrían ser muchos. Lo más importante es expresar lo que sentimos, sin agredir a nadie, por supuesto. Así que si sufrimos por nuestro territorio y no lo expresamos, puede tener sus consecuencias.
Cuando el cuerpo está bajo estrés, busca una solución de adaptación y aparece el síntoma. Al descodificarlo, el síntoma puede irse tal y como ha venido.